NUNCA ESTAS BIEN CON LO QUE TIENES
1 SAMUEL 8:1-8
Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías; y eran jueces en Beerseba. Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo.
Las personas somos muy complicadas, necias e inconformes, nunca podemos disfrutar de lo que tenemos, siempre buscamos excusas, fallas e inconvenientes a nuestra vida actual, perdiendo de vista las cosas mas importantes y nos llama la atención las cosas triviales, diferentes, y muchas veces sin darnos cuenta caemos en la trampa de nuestros malos pensamientos y nuestra poca valoración de las bendiciones, dejando de un lado las cosas importantes de la vida por aspectos irrelevantes, materialistas y egoístas.
Viendo la televisión, pasaron una noticia sobre una mujer que había abortado y tirado a la basura su bebe que tenia 8 meses en el embarazo, posteriormente pasaron un caso de una pareja de esposos que no podían tener hijos, estaba luchando una batalla legal por adoptar a un bebe.
Realmente es incomprensible como nos comportamos, no nos conformamos con lo que tenemos sino que queremos todo lo que ven nuestros ojos en otros; nunca valoramos lo que tenemos; es increíble como preferimos ser gobernados por el dinero, el lujo o el que dirán, y nos olvidamos totalmente de Cristo, nos perdemos por los deseos de la carne, por adornar nuestros cuerpos, cuando deberíamos de preocuparnos en primer lugar por nuestro corazón, permitir que viva en el Espíritu de Dios, así actuar, pensar y hablar en el nombre de Dios, no dejes que tus pasiones y deseos puedan mas que lo espiritual, siempre quieres mas de lo que en realidad necesitas, valora lo que tienes, vívelo, disfrútalo al máximo y dale las gracias a Dios por todas sus bendiciones.
El Señor te siga bendiciendo siempre.