HARTO DE TU PANTOMIMA
Tenemos la creencia y la costumbre de hacer cosas de una forma mecanizada, hacemos rituales religiosos solamente por cumplir un requisito o porque hay que hacerlo, pero muchas veces ni siquiera tenemos idea de lo que hacemos o porque lo hacemos, creyendo que con eso agradamos a Dios o peor aun, que podemos comprar Su Divina voluntad, pero también olvidamos que todo eso tiene un limite de tolerancia para el Señor.
ISAIAS 1:10-17
Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.
Deja de fingir, ya olvídate de creer que con tus actos superficiales vas a cambiar algo de tu vida; la única manera de hacerlo es teniendo un cambio radical de actitud, cristiana integra. Ser cristiano no significa cumplir con los actos religiosos semana a semana, sino significa que de una vez por todas dejaras todo lo malo que haces y darás paso a una nueva vida en Cristo.
El Señor no te pide que hagas nada para El, simplemente observa tu comportamiento, la obediencia, humildad, servicio, estamos hablando de caminar e imitar a Jesús de Nazaret, de actuar y pensar siempre con el Espíritu Santo en nuestra mente, cuerpo y corazón; no sigas fingiendo o actuando como un mimo solo para que te vea la gente, actúa por convicción, por fe y con la seguridad en nuestro Señor Jesucristo.
Dios te bendiga.