LO QUE ERES, NO LO QUE TIENES
En la actualidad, la gente se preocupa mucho por vestirse bien, por obtener un mejor trabajo y mejorar sus ingresos para tener una vida diferente, una posición que le permita moverse en cualquier circulo social y llamar la atención. Lastimosamente solo se enfocan en la parte material y olvidan algo muy importante como es lo espiritual, se distraen en su apariencia y dejan de lado su conciencia, pierden sus principios morales, éticos y cristianos a cambio de un estatus en la sociedad, todo por aparentar mucha veces lo que en realidad no son.
SANTIAGO 1:9-11
El hermano que es de humilde condición glorìese en su exaltación; pero el que es rico, en su humillación; porque el pasara como la flor de la hierba. Porque cuando sale el sol con calor abrazador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitaran el rico en todas sus empresas.
Tanto hombre como mujeres gastan fortunas en su apariencia cambiando color de cabello, en cirugías plásticas, perforarse la nariz, labio o cejas. Que patético es ver a una persona que mutila o mancha su cuerpo para llamar la atención o simplemente creyendo que eso los hace ver mas atractivos; como pueden haber personas que si tienen tiempo para ir al gimnasio pero no para asistir a la iglesia.
Dios mando a su Hijo a vivir entre nosotros y aunque pudo haberlo mandado lleno de oro, plata y muchas riquezas mas, no lo hizo, Jesucristo mantuvo una actitud muy humilde pues sabia que en los cielos existe un Trono que lo esperaba al lado de su Padre por la eternidad. Que mas enseñanza quieres tener, si Jesús nos ha dado la lección mas grande de humildad, recuerda algo, Dios no te va a premiar por lo que tengas ni por todo aquello que atesoraste en la tierra, sino que únicamente por lo que hay en tu corazón, la humildad, la entrega como cristiano que tengas al servicio de los demás.
No es el carro ultimo modelo el que va a premiar el Señor, tampoco por lo fino que te vistas; muchas veces las frutas se ven muy sanas y deliciosas, con mucha atracción para la vista, pero por dentro están podridas. Cuida tu corazón, recuerda que es morada del Espíritu Santo, vales por lo que eres y no por como te ves ni por lo que tienes. Dios te ama.
El Señor te bendiga.