SABER CUANDO DETENERSE
Las tentaciones que el enemigo pone, generalmente son atractivas a nuestros sentidos, por tal razón es fácil caer y muy difícil decir no, somos tan susceptibles, débiles e incapaces de negarnos cuando tenemos frente a nosotros eso que tanto nos gusta, sabiendo que esta fuera de lugar, que nos daña y no agrada en nada a Dios.
GENESIS 3:6-8
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Es una situación muy difícil enfrentarse a esas cosas que sabemos de antemano que son nuestras debilidades, por tal razón debemos evitarlas, no se trata de huir y no enfrentar los problemas, sino de tener la precaución que cuando tú no tienes autocontrol o que todavía sientes que puedes caer en pecado, evítalo, aléjate de el.
Cuando tú no quieres que tu hijo se reúna con malas amistades, lo primero que haces es decirle que las evite, que no quieres verlo junto a esas personas, no es porque tu hijo sea malo, sino que lo haces para prevenir la mala influencia y la posibilidad que pueda adoptar malas actitudes.
Muchos no tenemos la precaución de alejarnos de esos malos hábitos y pecados, queremos ocultarnos o queremos remendar el error tapándonos con hojas de higuera como hizo Adán y Eva, que a lo mejor los ocultamos a los ojos de los hombres pero no a los ojos de Dios; creyendo que con cumplir una pequeña penitencia o dando una buena ofrenda, vamos a cubrir nuestros errores y pretender que no paso nada.
Me imagino que haz hecho cosas indebidas con tal de conseguir lo que tú quieres o simplemente para satisfacer tus deseos sin importarte las consecuencias, sin tomar en cuenta que estas ofendiendo a Dios, nosotros no sabemos cuando detenernos, por eso debemos mantenernos siempre cerca de Jesucristo y alejarnos de los lugares, personas y cosas que nos impiden crecer espiritualmente, el Señor ya pago por todos nuestros pecados, pero esto no significa que andarás como a ti se te de la gana, sino como Dios manda. El querer hacer uso de nuestras propias fuerzas para librarse de las tentaciones es imposible, el Único que puede darnos una libertad, paz absoluta y fortaleza es Jesucristo. Dios te bendiga.