UN CLARO MANDAMIENTO
Una de las características que hemos heredado de Dios es el poder amar, nuestro amor no será perfecto como el de nuestro Señor, sin embargo debemos aprender a convivir, servir y amarnos entre nosotros mismos, aunque siempre hacemos todo lo contrario. Es un buen momento para cambiar y expresar nuestro cambio ahora que estamos en una nueva vida con Cristo.
2 JUAN 1:4-6
Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre.
Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros.
Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio.
Jesucristo demostró en cada momento el amor hacia los demás, Él no anduvo haciendo preferencias entre las personas, porque tenía dinero o eran pobres; tampoco elegía a sus discípulos por ser los más atractivos físicamente. Jesús siempre observaba el corazón de las personas, además de hacer cumplir la voluntad del Padre donde cada uno de nosotros formamos una pieza fundamental de su plan perfecto.
Nuestra actitud de servicio debe estar siempre a la orden de toda aquella persona que lo necesita, tu no deberías hacer ninguna distinción de personas para servir o ayudar, no puedes decir a este si le ayudo o a este no le ayudo; como cristiano nos debemos a los demás con toda la buena voluntad de colaborar, apoyar y corregirnos, pues amor no solo significa que a todo le dirás que si a esa persona, pues si algo no esta correcto debes tener la valentía y el coraje de poder decir que esta incorrecto lo que hace; el amor tiene muchas facetas y no necesariamente amor es tolerar todo y aceptar la voluntad de la otra persona, debe haber una comunión, un entendimiento.
Si tienes a alguien que te ama y tú lo amas como pareja, disfruta ese momento, goza la vida con esa persona tanto como si hoy fuera el ultimo día aquí en la tierra, da lo mejor de ti, entrega tu alegría, servicio, cariño y amor a las personas que tienes a tu alrededor, sin hacer ningún tipo de discriminación, hagamos el cambio este día y todos los día, comencemos a llevar el mandamiento de Dios, no con palabras, sino con una actitud de humildad y amor hacia los demás.
DIOS TE BENDIGA.